EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

El proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA) se describe como un conjunto de acciones estrechamente relacionadas que están integradas en el proceso educativo. El docente plantea situaciones de aprendizaje, mientras que el alumno realiza actividades destinadas a generar cambios en su conducta intelectual, afectiva y psicomotriz. Se subraya que enseñar no solo implica transmitir conocimientos, sino también fomentar valores, actitudes y habilidades prácticas.

Planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA)

La planificación es uno de los aspectos más relevantes del PEA y el diseño del proceso educativo se basa en objetivos claros que permiten dirigir la instrucción hacia metas específicas. A su vez, estos objetivos se traducen en contenidos, métodos y sistemas de evaluación, que deben seleccionarse según el tipo de aprendizaje que se pretende lograr.

La planificación incluye tanto el diseño del contenido de las asignaturas como la preparación de los métodos de evaluación. La evaluación debe formar parte integral de esta planificación, pues es esencial para medir el progreso de los estudiantes y ajustar el proceso educativo de acuerdo con los resultados obtenidos. Esta planificación, cuando se lleva a cabo de manera coordinada y en equipo por los docentes, contribuye a una educación más eficiente.

Evaluación del aprendizaje

La evaluación del aprendizaje es un componente central en el proceso educativo, y tiene como función medir el grado en que los estudiantes han alcanzado los objetivos propuestos. Se señala que la evaluación no debe ser vista solo como un acto formal, sino como un proceso continuo que influye directamente en la calidad del aprendizaje.

Basándose en el concepto emitido por el Ministerio de Educación Superior de Cuba que expresa, Cito: (…) "La evaluación del aprendizaje es una parte esencial del proceso de enseñanza permitiendo el control y la valoración de los conocimientos, habilidades, hábitos y destrezas que los estudiantes obtienen como resultado del proceso docente-educativo, así como el proceso mismo de su adquisición. Además, comprueba el grado en que se ha cumplido los objetivos propuestos, lo que constituye un elemento de retroalimentación, redimensión o no del proceso docente educativo". (González M. a., 2000), (Palma, Izaguirre, Bejar, Claver, & Santoya, 2017).

Se mencionan diversos tipos de evaluación:

- Formativa: tiene lugar a lo largo del proceso y busca detectar problemas y corregirlos en el momento adecuado.

- Sumativa: se realiza al final del proceso, midiendo los resultados globales obtenidos por los estudiantes.

- Diagnóstica: se aplica al inicio para identificar los conocimientos previos y necesidades del alumnado.

Además, se aborda la importancia de la evaluación por competencias, donde se mide no solo la adquisición de conocimientos, sino también la capacidad del estudiante para aplicar esos conocimientos en situaciones prácticas. Esta evaluación es crucial para formar profesionales competentes y capaces de responder a las demandas del mercado laboral.

Evaluación por competencias

El enfoque de evaluación por competencias ha ganado terreno en el ámbito universitario desde los años 90, y se refiere a la medición de las habilidades y conocimientos de los estudiantes en situaciones concretas y relacionadas con su futuro desempeño profesional. En este enfoque, es fundamental que los estudiantes comprendan los objetivos de la evaluación (qué, cómo y por qué se evalúa) para que esta tenga sentido y logre su propósito formativo.

A diferencia de la evaluación tradicional, la evaluación por competencias no solo se enfoca en medir conocimientos, sino que también considera factores como la motivación, la ética profesional, y la capacidad para resolver problemas en contextos prácticos. Este tipo de evaluación es tanto cualitativa como cuantitativa:

- Cualitativa: busca determinar logros específicos a medida que los estudiantes avanzan en su formación.

- Cuantitativa: utiliza escalas numéricas para medir el nivel de desarrollo de las competencias adquiridas.

Satisfacción de los estudiantes y calidad docente

La satisfacción de los estudiantes con el proceso educativo es uno de los indicadores más importantes de la calidad de la enseñanza. En una investigación realizada en la Universidad de Cienfuegos (Cuba), se encontró que más del 50% de los estudiantes estaban satisfechos con la motivación y el entusiasmo de los docentes, pero menos del 50% mostró satisfacción en términos de alcanzar los objetivos de aprendizaje. Esto resalta la necesidad de seguir mejorando el enfoque didáctico y las estrategias de enseñanza 

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